lunes, 3 de noviembre de 2008

Samhain


"Hace ya rato que la música murió en mi cabeza y me devolvió al bosque. Al levantarme echo un vistazo al otro lado de la colina y descubro la figura de un humilde tejo aún cubierto por el espléndido verde de sus hojas.


El tejo, vehículo de las almas. El tejo mitológico es la puerta, la senda estrecha, la raja que se abre en la fiesta de Samain durante tres días y tres noches. El tejo es la puerta del Sidh, un lugar en el vacío donde no existe el tiempo, donde moran los seres del más allá, nuestros muertos, hadas, dioses. La víspera de la fiesta es Halloween, convertida ahora en patético preludio en el que unos queriendo, otros si querer, nos mofamos de lo desconocido. Luego, según la creencia celta, se restablece la comunicación con los seres del más allá, durante tres días mágicos.


Varias leyendas dan sentido a esta celebración. En una de ellas Cuchulain, un héroe irlandés, se cita con su amada Fanda, una mujer o quizás un hada del más allá, que le invita a visitar su reino. La reunión es concertada junto a un tejo, el de Cend Tracha.


En otra un rey irlandés, Cormac MacAid se queda dormido en una bruma mágica y es despertado por la bella de los cabellos de oro, Bairrfhin Blaith, del Sidh de Bairche. La bella se lo lleva a un mundo subterráneo donde le retiene durante tres días y tres noches


Pero el que sin duda enlaza más con la tradición de la fiesta es la aventura de Nera. Cuenta que la víspera de Samhain fueron ahorcados dos delincuentes en el reino de Connaught y nadie se atrevía a descolgarles porque se aproximaba la fiesta de los espíritus, los muertos, los seres del más allá. El rey Aillil quiso probar a sus guerreros y promete una recompensa a quien además de tocarlos les coloque un rollo de arbustos alrededor de una pierna. Es cuando entra en escena el famoso Nera, un valeroso guerrero que acepta el reto y profana los cadáveres de los colgados. El espíritu de estos y otros seres del mundo invisible le llevarán ante su rey, bajo tierra. Pasa allí cierto tiempo, hasta que la esposa del rey le permite volver al exterior y Nera se lleva consigo frutos de verano para probar ante Aillil que ha estado en el mundo de los sidhe.


Cuando se presenta ante el rey Aillil le habla del tesoro que posee el rey del mundo invisible y le ofrece la posibilidad de volver con otros guerreros y robarlo, pero esta vez Nera se quedará atrapado en el mundo subterráneo para siempre.


Aún quedan unos días para halloween. Solitario y anciano tejo que adornas tus ramas con rojos frutos, preciosos para los pequeños pajarillos que revolotean entre las hojas distinguidas, manto oscuro de realeza y elegante porte señorial. Alcanzo con mi mano a robar uno de tus frutos y lo acerco a mi boca con la avidez de un niño. Su pulpa es dulce, su negra semilla amarga como el ajenjo. Trago tus amargas lágrimas, sabor de muerte, frío en el alma."